Wassily Kandinsky y su amor por el color
Uno de los grandes artistas del arte abstracto fue el precursor ruso Wassily Kandisnky. Nació en 1866 en Moscú. En un principio, dedicó su vida al Derecho y Economía, por lo que se dedicaba a la docencia.
Sin embargo, a la edad de 30 años decidió abandonar su vida como profesor y se adentró al apasionante mundo de la pintura, mudándose a Múnich. La riqueza de las obras de Kandinsky radica en la relación del color, la psicología, espiritualidad, geometría.
Kandinsky fue un artista espiritual, por lo que sus obras no sólo plasmaban colores brillantes. Pretendía que a través del color se llegará a un estado terapéutico que influyera en las personas.
Primeramente, que a través de lo visual se sintiera un placer estético. Mientras que el color debía trascender en las almas y tener un impacto espiritual. A esto, él lo llamó “resonancia interior”.
En un principio, la obra del artista ruso se basó en paisajes, que reflejaban el puntillismo, impresionismo y fauvismo. Esto, por la gran admiración que sentía por Monet.
Su arte parecía una compilación de varios estilos. Pero como le gustaba evolucionar, dio un giro al abstraccionismo y en 1910 pintó su primera acuarela abstracta. En este mismo año concluyó su ensayo De lo espiritual en el arte.
Kandinsky expresó un lenguaje en el que las formas y los colores se unían para crear un simbolismo y representar su mundo emocional.
Su pasión por la música, en especial por la de Richard Wagner, Arnold Shönberg y Modest Mussorgsky, hizo que quisiera transmitir el sonido a través de sus pinturas. Sus obras eran una sinfonía de arte, una orquesta de colores.
Mediante la combinación de formas y colores pretendía hacer una composición musical. Su intención era que cuando el espectador observara sus cuadros, se compenetrara en él y sintiera el ritmo visual.
Sus obras se clasificaban en tres categorías: Impresiones. Representaban la naturaleza de los cuerpos, su exterior.; Improvisaciones. Son las expresiones del artista.; Composiciones. Es la expresión interna del artista, su propia naturaleza, pero hecha de una forma lenta y meditada.
Kandisnky murió un 13 de diciembre de 1944 en París. Sin embargo, muchas de sus obras fueron destruidas, ya que los nazis consideraron sus pinturas como una degeneración del arte.
Por Flor Vega Castillo