Es momento de ser feliz y aprender a amar tu cuerpo
Todos hemos sentido algún día el miedo a nuestro reflejo. Comparamos nuestro rostro, cabello o cuerpo y nos sentimos mal con nosotros mismos. En realidad, lo que necesitas sólo es aprender a amar tu cuerpo, aquí te decimos cómo.
¿POR QUÉ NO ME ACEPTO?
Primero, es importante que reflexiones acerca del por qué no te estás sintiendo bien con tu reflejo. En el fondo, ¿qué es lo que te molesta? ¿Es una cuestión de salud o estética?
En cualquiera de los dos casos, tu cuerpo es tu refugio. Abrázalo, cuídalo. Tal y como es, él hace todo por ti. Y al final, es sólo un reflejo de la vida que has llevado y de los cuidados que has tenido contigo mism@.
LOS ESTEREOTIPOS
Ahora, para amar tu cuerpo es esencial que hablemos de los estereotipos y de las expectativas. El mundo está lleno de publicidad, programas y ropa hecha para personas “perfectas”. Pregúntate qué tanto aplican esos estereotipos para la sociedad en la que vives.
¡Sí!, algunos son simplemente irreales. En una sociedad como la mexicana, es imposible pedir que las tallas europeas nos queden tal y como a los maniquíes. Nuestra complexión, antropológicamente es muy distinta, y eso es algo que nos hace únicos.
LAS EXPECTATIVAS
Por un lado, es bueno tener una figura esbelta, una piel tersa, un cabello sano. En realidad, si lo vemos desde un punto de vista saludable, es lo ideal para nuestro organismo vivir sin sobrepeso y que nuestro cuerpo sea el reflejo de la armonía.
Sin embargo, es importante detectar en qué momento pasamos del deseo de una “figura ideal” a la obsesión que nos lleve a deprimirnos por no cumplir con ciertos estereotipos. Deja de ser bueno para ti cuando te hace sentir mal. Y ese es el momento aprender a amar tu cuerpo.
APRENDER A AMAR TU CUERPO
Entonces, si estás pasando por un momento en el que no sientes armonía y sientes que hay en ti algo que odias, es momento de tomar acción, pero desde tu interior.
Aquí te damos algunos consejos para que abraces tu cuerpo y te reconcilies con él. Sigue leyendo, ponlos en práctica y vive en plenitud contigo mismo.
1.- LA FALSEDAD DE LOS CÁNONES
Primero, es momento de tomar consciencia de que todo lo que ves en la publicidad es falso. Las fotografías están editadas y esconden los “defectos” de las modelos para hacerlas parecer “perfectas”.
Por eso, no permitas que esos mensajes influyan de manera negativa en ti. Tú eres auténtico, eres real. Las estrías, celulitis, los poros abiertos son cuestiones naturales que la gente no tiene por qué juzgar. Son parte de ser humano.
2.- DEJA DE TOMARLE IMPORTANCIA A LOS DEMÁS
Además, para aprender a amar tu cuerpo, deja de pensar en satisfacer a todo aquel que te vea. ¡No tienes por qué complacer ni satisfacer a nadie! Cada quien tiene su historia, su complexión, su genética y su historia de vida. No esperes ser igual a nadie.
Si ellos no están a gusto, el problema es de ellos. No dejes que te influya. Camina con la frente en alto siempre, seguro de ti mismo. Sin importarte lo que los demás piensen o no de ti. Recuerda que ellos critican sólo es el reflejo de su propia inseguridad.
3.- AGRADÉCELE A TU CUERPO LO QUE HACE POR TI
Ahora, tómate un momento para relajarte. Hazlo un día en el que no tengas compromisos. Un domingo en la mañana que no tengas prisas. Cierra los ojos. Escucha tu corazón latir, piensa en cuánto requiere que esa sangre llegue a cada parte de ti.
Cada célula de tu cuerpo está dándolo todo para que tú camines, disfrutes, salgas y sientas la vida. Agradécele. Abrázalo y dile cuánto valoras que esté funcionando al cien.
4.- CAMBIA LO QUE SE PUEDA
Entonces, si hay algo que pueda mejorar, ¡hazlo! Pon manos a la obra. Pero si haces ejercicio, no lo hagas porque odias tu cuerpo, sino porque lo amas. Dale el tiempo que se merece, consiéntelo con movimiento, esfuerzo y luego un rico baño caliente.
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5.- ACEPTA LA GENÉTICA
Amar tu cuerpo también es amar de dónde viene. Sus rasgos, su complexión, su estatura vienen de los que más amas. Tu madre está tu cabello, tu padre en tu nariz. Eres un reflejo de todos tus ancestros. Eso también hace de tu cuerpo un testimonio único.
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6.- DILE ¡NO! A LA FRUSTRACIÓN
De este modo, la sociedad en general pareciera estar obsesionada con el físico de la gente. Tú vales mucho más que eso. Tienes mucho más que dar. Vales por tu inteligencia, por tus acciones, por tu bondad y tus ganas de salir adelante.
No caigas en la frustración que deviene de las exigencias por tener cuerpos inalcanzables. Ama tu cuerpo, así, tal y como está es perfecto.
7.- ESCUCHA MÚSICA QUE TE MOTIVE
Finalmente, trabaja desde tu interior. Te recomiendo esta playlist, que encontrarás en nuestro Spotify. En ella encontrarás muchos temas que te darán mensajes positivos para aprender a quererte y amar tu cuerpo.
Algunas de ellas son Piernas, de Aterciopelados, para agradecer a cada una de tus partes lo que hacen por ti, sin importar su forma o proporciones. También puedes encontrar Me amo, de Love of Lesbian y muchas más.
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¡EMPECEMOS A QUERERNOS!
Por último, recuerda que, si no te quieres a ti mism@, nadie más podrá darte ese amor. El reflejo de lo que te des a ti será lo que pidas y permitas de los demás. Entre más te quieras y te valores, más lo hará la gente en su trato hacia ti.
Así que levanta la cabeza y muestra cuánto te amas, que nada enamora más que una persona segura de sí misma.
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Por Dayana Sanjuán