TE MARCHASTE Y ME DEJASTE EL CORAZÓN ROTO

 Te marchaste. Mi corazón falleció y mi cuerpo está de luto

| OnLove

Te marchaste y me dejaste el corazón roto. Hoy mi alma ha desfallecido, tu recuerdo, tu aroma, tu voz, y lo más importante, tu amor, se ha esfumado.

Mi cuerpo está de luto, algo dentro de mi falleció. Mi rostro ya no es el mismo, no puedo quitarme esta expresión agonizante que refleja la tristeza de mis sentimientos. Te marchaste, y al irte te llevaste mis ilusiones, mis alegrías, mi vida.

Mi corazón ya no palpita de amor, fue lastimado con agujas que estaban empapadas de indiferencia, que poco a poco fuiste clavando. Me has destrozado, y sin darte cuenta me mataste.

Te perdí, y de la manera más cruel te fuiste, sin decir adiós, sin pronunciar aquellas palabras dulces que me decías mientras me envolvías entre tus brazos. Mi alma está helada, y una nube de soledad me rodea, no me deja avanzar.

La persona valiente y atrevida que era se ha esfumado; me he convertido en un fugitivo temeroso; mis pasos ya no son fuertes y firmes, la debilidad ha sacudido mi cuerpo y me ha convertido en un ser gris. Mi corazón se ha marchitado desde que te marchaste.

Tu ausencia me está quemando, siento cómo quiero gritar tu nombre para que vuelvas. Pero sé que debo ahogar esos pensamientos, porque jamás alcanzaré tu camino. Decidiste renunciar y seguir tu vida mirando otros ojos que no son míos.

No importó cuánto quise amarte, tu cariño no era mío, era de alguien más. No sé qué me duele más, si saber que fue falsedad todo lo que demostraste o pensar que otra persona está sintiendo el calor de tus caricias y la suavidad de tu piel, tu amor. Pero en toda nuestra historia, sólo te agradezco una cosa: gracias por dejarme un corazón roto.

 

Por Flor Vega

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *