Las obras de Pous juegan con luces y texturas
Alejandra Pous y el ingenio de las texturas de sus obras se componen de formas y geometrías libres. Del mismo modo, busca el deseo constante de despegarse de las figuras objetivas.
Ella es una artista visual mexicana autodidacta que en los últimos años ha experimentado con texturas muy variadas. Por ejemplo, el encausto, objetos de metal, hilos, etcétera.
Ha participado en cursos y talleres con Ricardo Mazal, José Monjaraz, Katherine Scott, Abi Román y Walter Boesterly, entre otros. Actualmente, imparte clases de pintura y técnicas mixtas en su taller.
La diversidad de herramientas y materiales con los que trabaja son: brochas, óleos, acrílicos, tintas, solventes, resinas, alcohol, acuarela, cemento; así como el chapopote, pedacería de fierro y de madera.
“Generalmente la música me guía mientras pinto”, -afirma, con un ademán introspectivo. Alejandra es una creadora que logra sacar cualquier estado de ánimo en los cuadros.
Sus obras se insertan en el estilo abstracto con elementos originales que convierten a la pieza en táctil. Asimismo, el color, el volumen, las texturas y el ritmo se manifiestan de manera explícita en todo su trabajo.
“En la enseñanza de la pintura uno de los aspectos que he aprendido es a cuestionarme el origen. Así como la ejecución de determinadas técnicas. Nos divertimos mucho mis alumnas y yo”. -relata ingeniosamente.
Sus creaciones deforman y reducen aspectos de la realidad. Su estética no es rebuscada, pues no se preocupa por aterrizar significados relevantes. Simplemente descompone los objetos al igual que alguna vez lo hicieron los constructivistas de las primeras vanguardias.
Los colores neutros y complementarios, mezclados entre sí, armonizan con los tonos cálidos y fríos en la paleta de Alejandra. Igualmente, las geometrías deconstruidas y los textos desvanecidos son otros rasgos de su labor artística.
La artista se basa en temáticas simples para obtener composiciones visuales que invitan a tocar lo externo de las obras.
Es sorprendente cómo unos números y métricas plasmados ordenadamente en una pieza nos hacen reflexionar sobre la magnitud del tiempo. Asimismo, sobre las proporciones del espacio.
La luz es una protagonista muy bien realizada en sus obras, a veces tenue o fuerte; otras veces invasiva o lejana, otras más pura o deslavada.
También, la versatilidad de sus pinceladas consigue relieves y profundidades diversos. Con inquietud creativa ha podido incursionar en la escultura.
“Me gusta jugar con luces, texturas y superficies intervenidas”- Alejandra Pous.
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Por Adriana Cantoral