Situaciones que han terminado con el planeta
Con el paso de los años, los recursos naturales del planeta Tierra se han ido agotando. Diversos factores han influido en esta situación, pero el ser humano es el que ha estado acabando con el planeta.
El ser humano en la búsqueda por su bienestar, sin darse cuenta está terminando con su propio mundo. Un grave problema es la contaminación del medio ambiente, pues los autos y las industrias son los mayores contaminantes. Esto ha provocado que las personas presenten enfermedades respiratorias, alergias y hasta asma crónica.
Otro factor que ha contribuido a la contaminación del planeta es la basura. El ser humano ha caído en la imprudencia por tirar plástico en el mar, deshechos en la calle y no reciclar. La basura no sólo ha terminado con especies, sino con ecosistemas.
Un gran ejemplo del exceso de basura y de la inconsciencia de las personas es la cima del Monte Everest. Pues los escaladores dejan ahí su basura o incluso hasta casas de campaña.
Es lamentable ver cómo los ríos o mares están cubiertos de deshechos y plástico, y la flora y fauna se extinguen. Además, los residuos tóxicos, los restos de pesticidas y los derrames de petróleo han envenenado las aguas.
Pero el ser humano no sólo está terminando con la vida marina, también se ha dedicado a cazar animales lo que genera que poco a poco vaya acabando con el planeta. Lamentablemente, esto ha ocasionado que varias especies se encuentren en peligro de extinción.
Desafortunadamente, el ser humano no se da cuenta que hay que proteger y cuidar el planeta en el que vivimos. La contaminación es sólo uno de los factores principales que están haciendo agonizar al medio ambiente y agotando recursos.
El hombre es una gran amenaza para el planeta que busca su propio bienestar. Pero, no se da cuenta que las selvas, océanos, las especies y los ecosistemas están siendo dañados. Sin embargo, el daño que le está haciendo al planeta ya es irreversible.
Lo único que queda es que las personas concienticen más y consuman más productos biodegradables. Y que aprendan a respetar más a la naturaleza.
Por Flor Vega Castillo