Los contrastes y texturas de la ciudad
Hace un momento, cuando cruzaba
el bulevar corriendo, (…) en medio de
un caos en movimiento, con la muerte
galopando hacia mí por todos lados (…)
mi aureola se me escurrió de la cabeza.
– Charles Baudelaire
Para Ileana Piszk, la textura y la oposición del color marcan las pautas de la obra. Cabe destacar que acentúa los relieves con espátulas grandes y medianas.
Las tonalidades azules y grises hacen su paleta muy distintiva. “Yo cocino el colorido, desarrollo los tonos capa por capa. Las tinturas me ayudan a crear la luz. Empiezo con colores muy fuertes y luego los aclaro con colores complementarios”, agrega Piszk.
Lo que se observa en lo exterior y lo que se percibe de reojo en la calle se reflejan en el trabajo de Ileana. Sigue una intención por la primera mancha sobre la tela, y el color y textura vibran con lo que pinta.
Los temas urbanos son los transeúntes, el paisaje y el caos principalmente. Hay detalles que le intrigan y asombran como las ventanas, el pavimento, los encharcamientos, las edificaciones, el tránsito; los anuncios espectaculares, las luminarias, los puentes, las vialidades, etc.
Los entes de las multitudes los representa con un característico bullicio y hacinamiento. Piszk tiene estudios en psicología social, los cuales le han iluminado la esencia de la pólis.
Sus reflexiones apuntan a la inclusión o a la exclusión de los paseantes. Igualmente, a la construcción y deconstrucción de los elementos de la ciudad.
Su estilo retoma al expresionismo abstracto o abstraccionismo lírico con una influencia de los tachistas, los impresionistas y los puntillistas.
La impronta de Piszk es el trazo equilibrado y vertiginoso, junto con el movimiento rítmico y rápido de la espátula. Así como con el color y la textura que utiliza en sus obras.
Los relieves se marcan poderosamente y el perfecto arrastre del acrílico lo asegura conociendo la plasticidad de éste.
Suele experimentar también el barrido con alcohol y óleo. “Para mí, el arte es una expresión transformadora de cualquier ser humano sensible. Tiene la capacidad de convertir la materia en ilusión”. Afirma la pintora.
En cada una de sus creaciones es visible tanto el talento creativo como un dejo de nostalgia, ironía, humor y optimismo. Debido a su origen judío, manifiesta sus raíces a través de una visión mística. Una visión que conjunta los principios que unen a las religiones, por ejemplo, la Kabbalah.
“La vida es permanente cambio y contraste”. – Ileana Piszk
Ileana Piszk Arte
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Por Adriana Cantoral