No se trata de un complot del universo
Resulta que hace rato que no tienes pareja y ahora que la tienes, te llueven miles de pretendientes. Es mucho más frecuente de lo que te imaginas, y es una situación desesperante que te hace preguntarte si en realidad somos más atractivos cuando ya tenemos pareja.
Tu lado leal trata de contenerse, dices que no a la persona que tanto te gustaba y que aún no puedes creer que te está invitando a salir ahora que ya tienes pareja. Pero ¿por qué se fijó en ti hasta este momento?, ¿por qué no lo hizo cuando estuviste solo o sola?
No, no es un complot del universo hacia ti. Diferentes estudios psicológicos atribuyen esta situación a que nuestra actitud y lo que proyectamos no son iguales cuando estamos solteros que cuando tenemos una relación.
Según encuestas y análisis cualitativos, el 80% de las personas enamoradas proyectan una imagen más atractiva porque se ven felices: sonríen, lucen unos ojos brillosos, piel radiante y en general nos arreglamos más.
¡Sí, ser felices nos hacer ver mucho más atractivos!
Además, cuando estamos bajo el hechizo de Cupido, nuestro cerebro segrega hormonas, endorfinas y dopamina. Son sustancias en nuestro cuerpo que nos hacen tener un mejor estado de ánimo, sonreír todo el día, sentirnos felices, plenos y radiantes. ¿Tú no te enamorarías de alguien que luce así?
Si tú estás soltero o soltera y no quieres esperar a tener pareja para que todo el mundo admire tu forma de ser e invitarte a salir, ahí tienes la clave.
No necesitas una pareja para sentirte seguro, feliz, ser la persona radiante que te gustaría encontrar y transmitir la felicidad que hay en ti. En algún punto te darás cuenta que es más importante hacerlo por ti, más que por atraer a alguien más.
Realiza todos los proyectos que siempre has querido conseguir, sal de tu zona de confort y haz todos los días las cosas que te hagan feliz. Disfruta cada momento, desde una junta en tu trabajo, hasta tomar una copa en un bar.
Si vives cada momento como si fuera el último, dándole el valor que merece, te sentirás afortunado de hacer todo lo que te gusta. Transmitirás al mundo toda tu felicidad, y a eso, sin duda, nadie se puede resistir.
Por Dayana Sanjuán