BUSCANDO A NEMO, LA PELÍCULA QUE AMENAZA A UNA ESPECIE
El éxito de la película Buscando a Nemo, aumentó la demanda de la compra de peces payaso lo cual causó graves daños a los arrecifes de coral. Una de las cosas que se han visto es que cada vez que una película que involucra un animal logra un estrellato en Hollywood, sus semejantes reales cobran consecuencias. A pesar de que el mensaje de esta película es claro en cuanto a que -los peces pertenecen al océano y no a las peceras-, el resultado de la película fue opuesta. Después de su estreno en cartelera, la demanda del pez payaso creció de manera alarmante.
Existe un registro de un declive de población en la Gran Barrera de Coral, en Australia
Se dice que la captura de esta especie es más dramática que la de la escena que se ve en la película en donde un buzo aficionado se lo encuentra y lo captura en una bolsa de plástico. En Filipinas, la captura involucra envenenamiento, se rocía cianuro en arrecifes de coral para anestesiar a los peces. Con este método de captura, el 75% de los animales mueren y no solo afecta a los peces payaso, sino que también afecta a todo ser vivo que se encuentre ahí, peces y corales en general.
La película tuvo ya una segunda parte con Buscando a Dory, por lo que la demanda siguió en aumento, por eso en Australia, decidieron criarlos en cautiverios a gran escala para acabar con el método de captura antes mencionado, con la intención de proteger no sólo a esta especie sino también a los arrecifes de coral, uno de los ecosistema más delicados y amenazados en la actualidad.
El cautiverio no provee ningún hogar para ninguna especie
Ya que es imposible crear un espacio idéntico al hábitat natural como en el que viven los animales; pero existen aficiones que practican la cría en cautiverio de animales; ya sea de peces u otros organismos vivos bajo condiciones controladas. Con esto ayudan a la conservación de las especies.
Definitivamente es un tema que debe ponerse en la mesa del debate.
¿Será la industria cinematográfica de los dibujos animados, la que debe tener cuidado con las historias que nos cuenta? ¿O nosotros los seres humanos, los responsables de ver y respetar el mundo que nos rodea?
Por María José Nosti