Basta con el maltrato animal
En este mundo existen personas que aman y protegen a los animales, pero también hay otras que se encargan de hacerles daño. Sin embargo, tristemente con el tiempo, ha crecido la crueldad hacia ellos.
Si eres pro animal, seguramente te has preguntado varias veces: ¿cómo pueden maltratar a un ser indefenso? y ¿qué ganan con hacerlos sufrir? Pero, por más que se cuestionen sus actos y se desaprueben sus actitudes, la violencia hacia los animales no dejará de existir.
Dentro el maltrato animal hay dos tipos: el intencional y el no intencional. Aunque no hay justificación, la diferencia entre estos dos es la falta de conciencia, educación y sensibilización.
Los actos intencionales son aquellos en donde las personas saben perfectamente lo que hacen, y tienen la idea errónea de que como los animales no son seres humanos, no son capaces de sufrir. Es por esto, que se atreven a torturarlos, ya que piensan que no sentirán el dolor.
También, hay aquellas que suelen hacerlo por diversión o por demostrar cierto “poder” y sentirse superiores, ya que los animales al ser seres indefensos, no se defenderán.
Por el contrario, los que lo hacen sin intenciones, no saben que les están haciendo daño. Por ejemplo, cuando dejan a sus mascotas en su patio, sin nada de comer o beber; cuando los cruzan, con la intención de vender a sus cachorros; cuando los tratan de disciplinar, y para hacerlo, los golpean o maltratan.
Como ves, en los casos anteriores, no hay una conciencia al 100 % de que les están haciendo daño. Sin embargo, al no darles su alimento a la hora adecuada o ganar dinero con la venta de animales, sólo porque justifican que son los dueños, también es violencia; y qué decir de las golpizas que les dan, sólo porque tienen que educar a su mascota.
Lo único que queda para tratar de erradicar la crueldad animal es hacer que la gente se sensibilice más, que tengan una cultura de respeto por los animales, e inculcarles que aunque no sean seres humanos, también tienen sentimientos y pueden sufrir.
Flor Vega Castillo